Sabemos que nuestros actos tienen consecuencias y que nuestro éxito dependerá de nuestro esfuerzo. Esto nos lo explica la carta de la Justicia. Empezamos a poner orden en nuestras vidas. Ya somos capaces de rechazar lo que no queremos y no nos gusta y empezamos a tomar decisiones desde un lugar de respeto hacia nosotros mismos y como consecuencia hacia los demás. Cuando nos respetamos y valoramos es de ida y vuelta, lo hacemos hacia los demás y los demás hacia nosotros. Empezamos a poner orden al desorden en lo concreto. Al ordenar nuestro interior se va ordenando lo externo. Paso a paso vamos viendo los cambios que hay en nosotros. En nuestro sentir, en nuestra manera de hacer las cosas. Muchos de los patrones siguen ahí, y ahora somos capaces de reconocerlos. Es el primer paso. Ya nos hemos desecho de algunos de ellos, otros se resisten más, pero el héroe no deja de persistir en su aventura. El héroe no se rinde.

Seguimos…

*Deciros que me gustaría aclarar que lo que comparto aquí es a través de mi propia experiencia. No sigo una pauta en función de los números de las cartas. Cada carta es un resonar con la propia experiencia de mi camino.